lunes, 6 de mayo de 2013

Agüera y Gali enfrentan la batalla más importante de sus vidas

ETIQUETA CON DESTINO
Por: Luis Alberto González

  • El ex rector arriba unos puntos, pero debe aumentar ventaja
  • El tercer candidato fue acusado de traidor dentro del PRI

Una batalla que inició en 1862 entre dos ejércitos hoy se transforma en una “guerra electoral” también entre dos grupos.

En la batalla del 5 de mayo de 1862 hubo 3 enfrentamientos y dio como resultado el triunfo del ejército mexicano sobre los franceses.

En el 2013 “la guerra electoral” inicia hoy, cuando debió haber empezado el pasado 5 de mayo, y concluye con las votaciones del 7 de julio.

Sin embargo lo que se vislumbraba como un posible triunfo arrollador del PRI, que pensaba recuperar la capital y los municipios de la zona conurbada, así como la mayoría del Congreso local, se les fue de las manos debido a la forma en que se hizo la selección de candidatos y la astucia del gobierno para acercar a los inconformes quienes trabajarán en favor de la mega coalición “Puebla Unida” o todos contra el PRI, (PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla, Partido Social de Integración).

El recuento de los daños se sabrá el mismo 7 de julio o a más tardar un día después.

La joya de la corona es la capital del estado en donde Roberto Enrique Agüera Ibáñez de la “Coalición 5 de mayo” (PRI-PVEM) inicia con una muy pequeña ventaja promedio de 7 puntos.

Los priistas no deben hacer confianza, deben cerrar filas, evitar Quintas Columnas, como ha ocurrido los últimos procesos electorales, dejar a un lado su Soberbia y que no haya diferencias entre los diversos grupos que están en la campaña del ex rector de la BUAP.

Sólo hay que recordar que en la elección gubernamental del 2010 el PRI y su candidato al gobierno del estado, Javier López Zavala, presumían una ventaja de 23 puntos y el día de la elección habían caído con una desventaja de 10 puntos, es decir que el Revolucionario Institucional perdió 33 puntos, ante el actual gobernador Rafael Moreno Valle Rosas del PAN y su Coalición.

En el 2007 al inicio de las campañas el PAN con Antonio Sánchez Díaz de Rivera llevaba una ventaja de 20 puntos y al término de la elección la ganadora fue Blanca Alcalá Ruiz del PRI con 21.5 puntos arriba del PAN.

Esta es la prueba intangible que nadie puede sentirse seguro de ganar en este momento.

Lo que si puede ser claro es que quienes actualmente han señalado que votarán por Agüera o por Gali, difícilmente cambiarán su determinación por quien votarán el 7 de julio, a menos que los candidatos caigan en errores terribles que hagan que se modifique la percepción que tienen actualmente de los contendientes.

Es por eso, que sin descuidar a los electores potenciales con quienes hay que reforzar la percepción, tanto el PRI-Verde como el PAN y sus aliados irán tras los que a la fecha son indecisos y que son un promedio del 20 por ciento y significarán quienes definan esta elección en la capital del estado de Puebla.

EL TERCER CANDIDATO
Quien pasará sin pena ni gloria, es el candidato del PT, el ex priista que puede quitarle unos pocos votos al PRI es Miguel Ángel Ceballos López, quien busca hacerle el favor al gobernador y al PAN.

Aunque asegura que su trabajo siempre ha sido honesto, que tiene ascendencia y conoce el municipio por haber sido dirigente del PRI en la capital, en realidad debió haber hecho una buena negociación pensando que puede quitarle votos al partido del que salió porque lo llamaron “traidor”.

Y la pregunta: ¿Y no es cierto?

El profe Ceballos, como la mayoría de los priistas lo conocen no tiene muy buena reputación porque le gusta el dinero fácil.

Cuando estaba al frente del PRI Municipal no había recursos suficientes y el mismo no tenía una buena vida.

La fortuna le sonrió cuando fue a trabajar al Fideicomiso Atlixcayotl, donde junto con su jefe Omar Vergara Balderrabano, vendieron muchos terrenos a precios comerciales, pero ante la Secretaria de Finanzas los lotes eran comercializados al precio fijado por el consejo, pero la diferencia económica nunca ingresó a las arcas estatales.

Eso era comentado y pudiera explicar el crecimiento financiero de ambos directivos del Fideicomiso.

Sin embargo eso no se investigó o bien se ocultó y no hay denuncias, sólo comentarios de quienes ahí trabajaban.

Posteriormente en el PRI estatal, cuando era el Presidente del partido Fernando Morales Martínez, se hicieron los cursos para los pre candidatos y Miguel Ángel Ceballos López fue el encargado de cobrar las cuotas.

Por eso en la actual dirigencia lo llamaron traidor.

En fin…

Ahí parte de una historia priista…

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