martes, 24 de septiembre de 2013

Al PRI debe llegar alguien que no lo utilice, trabaje y lo una

ETIQUETA CON DESTINO
Por: Luis Alberto González

  • Alberto González Morales, ofrece trabajo de tiempo completo
  • El partido no debe ser coto de grupos o intereses personales

Antes que nada un saludo a todos aquellos que se toman la molestia de leer estas líneas, porque hoy estamos de regreso luego de tomar unos días de descanso.

Si no nos lo merecíamos, pues ya los necesitábamos.

Al regresar nos encontramos con la sorpresa de que la lucha por el liderazgo del PRI de Puebla vuelve a sonar, luego de que las aguas turbulentas se habían calmado un poco tras la larga lista de suspirantes que se han auto destapado y otros que han sido mencionados en los medios de comunicación, pero fundamentalmente en las columnas.

En una de las entregas anteriores hablamos de quienes se han descartado, pero también señalamos que habría sorpresas y nuevos hombres o mujeres interesados en tratar de reconstruir, rescatar, revivir, componer, salvar o hacer resurgir al PRI poblano de sus cenizas.

Hoy Alberto González Morales, quien fue Coordinador de la Diputación Federal Poblana en la pasada legislatura, ha levantado la mano para dirigir al Revolucionario Institucional y sus pronunciamientos no están alejados de lo que realmente necesita el tricolor.

PRIMERO.- Quien llegue a la dirigencia estatal del PRI no debe buscar satisfacer sus fines individuales, es decir que no le sirva de trampolín para sus intereses personales y políticos, porque no trabajaría en beneficio del partido y de los priistas.

Alberto González Morales afirma que no busca un cargo de elección popular, que no le interesa la mini gubernatura, ni la gubernatura en el 2018, asi como tampoco una Presidencia Municipal.

SEGUNDO.- Quién llegue al partido debe llevar a cabo la reestructuración de los comités seccionales, distritales y municipales, pero platicando y trabajando de cerca con todos los grupos regionales.

Hoy, asegura, ha platicado con la mayoría de las cabezas de las tribus al interior del PRI, porque ha trabajado en el partido desde los tiempos de los gobernadores priistas Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres y conoce a los actores dentro del partido quienes no le han dicho un NO a sus aspiraciones.

Desde la dirigencia sindical del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) ha recorrido el estado, ha trabajado por el PRI y ha tenido encomiendas en las que ha dado resultados, sobre todo en materia electoral.

TERCERO.- Quien llegue debe contar con un plan y programa de trabajo para las próximas elecciones (2015, 2016 y 2018) mediante el cual se logre el fortalecimiento de las bases, de los militantes de abajo y de ahí hacia las cúpulas del partido.

Alberto González Morales insiste en que es necesario hacer un trabajo de inspectoría en inspectoría, de junta auxiliar en junta auxiliar, de municipio en municipio y como se dice saber “pueblear, escuchar, dialogar y encauzar a los priistas en todo el estado”.

En fin González Morales, afirma dedicará todo el tiempo al partido sin distractores y que encabezará un PRI que pueda revertir los malos resultados que ha tenido en el 2010 y en el 2013.

“El PRI no debe ser coto de grupos o de intereses personales”, asegura el ex diputado federal.

La situación es muy difícil para el Revolucionario Institucional que como lo hemos señalado “es un partido que está partido”, pero la pregunta más común es:

¿Quién podrá rescatarlo de las cenizas o levantarlo del tremendo hoyo en que lo han sumergido sus últimos dos dirigentes?


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