miércoles, 18 de noviembre de 2015

El asesinato del párroco de Cuyoaco no es un hecho aislado

  • Cada vez más metido en Puebla en crimen organizado
  • Las sierras norte, nor-oriental y el altiplano atemorizados


Lo ocurrido con el sacerdote de Cuyoaco, Erasto Pliego de Jesús, de ninguna manera es un hecho aislado.

Su desaparición fue forzada.

Su secuestro y crimen, es algo inusitado en Puebla y dentro de la grey católica poblana.

Hay que preguntarles a las autoridades: 

¿Qué sigue?

¿Quién sigue?

¿Qué hacen para evitarlo?

En la parte central del altiplano poblano es un secreto a voces.

En la sierra norte de la entidad todos lo comentan.

En la sierra nor-oriental se sabe perfectamente. 

La población lo dice fuerte y claro: que el crimen organizado está metido en cabeceras municipales, comunidades grandes y poblaciones importantes.

Y este fenómeno no es actual.

Ni tiene uno o dos meses.

Ya son varios años que extorsionan, amenazan y cobran derecho de piso.

Los poblanos de estas regiones aseguran que son los ZETAS, quienes están ya en el territorio poblano.

Los mismos presidentes municipales lo han denunciado y han solicitado el apoyo del estado.

Pero en Puebla no pasa nada.

Son hechos aislados, dice la autoridad.

Lo mismo decían desde finales del anterior gobierno, tanto en la Secretaria de Gobernación y en Seguridad Pública

Pero los responsables de la situación en la actualidad no hacen nada.

Teziutlán, Xicotepec, Huauchinango, Tlatlauqui, El Seco, Zaragoza, Zacatlán, Chignahuapan, Oriental, Libres, Acateno, Honey, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Hueytamalco, Jopala, Juan Galindo, Olintla, Pantepec, Pahuatlán, Huehuetla, Atempan, Nauzontla, Tenanpulco, Xochiapulco, Xochitlán, Zautla, Zapotitlán de Méndez y muchos más se han convertido en una zona roja, peligrosa y sobre todo intransitable de noche.

La delincuencia organizada ha ido terminando con negocios, con rutas de transporte de mercancías y con la seguridad que alguna vez tuvieron las carreteras poblanas.

Los empresarios, los comerciantes, los campesinos, los agricultores, los ganaderos, todos los ciudadanos tienen temores fundados de ser levantados y asesinados.

Hoy esa incertidumbre ha llegado a los clérigos, antes respetados y parte fundamental del desarrollo de los pueblos, de las comunidades, de los municipios, de las rancherías.

Los consejeros de pueblos hoy lamentan la muerte del párroco de Cuyoaco, Erasto Pliego de Jesús, un hombre sencillo, comprometido con su religión y con sus feligreses y que terminó su existencia tras un levantón del crimen organizado que le dio una muerte con tortura.

Hoy el Procurador General de Justicia, Víctor Antonio Carrancá Bourget, no debe salir con una declaración simplona: “Es un hecho aislado”.

Diariamente hay muertos en carreteras, descuartizados, feminicidios, ejecutados, torturados y hay muchos crímenes que hasta la fecha no tienen una respuesta lógica o cuando menos creíble para los poblanos.

Pregúntenles a los ciudadanos de esta parte del territorio poblano ¿si se sienten seguros?

Escúchenlos y oirán que la delincuencia va en aumento y que las autoridades de todos los niveles de gobierno no hacen nada.

Ya no tienen confianza, ni credibilidad en las instituciones.

Tienen temor hasta de los policías del nivel que ustedes quieran.

Hoy no traten de minimizar este artero asesinato con la bola de humo del partido de futbol o con lo que sucede en Francia.

¡Hay que poner atención en lo que sucede en el estado!...

¿A dónde llevan a Puebla?...

Conste que es pregunta…



COMENTARIOS Y SUGERENCIAS
Twitter: @Luiguiglez



No hay comentarios.:

Publicar un comentario